Hay dos cosas de las que estoy seguro en esta vida: la primera es que, la fotografía me ha permitido vivir experiencias que si no fuera fotógrafo-estoy seguro- habrían sucedido de una forma muy diferente. La segunda es que, admiro a muchísimas personas. En esta ocasión, tuve la oportunidad de trabajar con una pareja muy especial: amantes de los viajes y colaboradores fieles de la formación y capacitación juvenil, Itzel&Rubén son una pareja que sabe y reconoce muy bien las grandes cualidades que tiene cada uno.
Desde hacía mucho tiempo, había yo estado colaborando con algunas redes juveniles (totalmente ajenas a la fotografía) en cuestión de diseño de proyectos sociales, emprendimiento y demás temas similares. En una ocasión, por allá del 2018, apoyé en un evento en el cual, se presentarían distintos ponentes a hablar sobre temas relacionados a lo ya mencionado; Itzel, al tener experiencia en viajes, política y Modelos de las Naciones Unidas, sería una de las invitadas especiales. Rubén por su parte, aunque no tuve la oportunidad de conocerlo hasta años después, es una persona especializada en el emprendimiento social desde distintos perspectivas, viajero, pero también un apasionado en el estudio, desarrollo y mejoramiento de políticas públicas. Ambos, son fundadores de grandes proyectos que les invito a conocer desde los perfiles profesionales de cada uno.
En fin -volviendo a la historia- mi responsabilidad en aquella ocasión era simple: apoyar pasando las diapositivas de algunos ponentes y tomar fotografías del evento. Llegó el momento en el que Itzel pasaría y ¡oh sorpresa! todo comenzó a fallar (técnicamente hablando). El proyector dejó de funcionar, la computadora que se me había asignado también…¡No, no, no! Fue un Caos (además de que ese día habían sucedido ciertas cuestiones que no habían permitido que dos escuelas de las tres que estarían de audiencia, llegaran).
Entre todo el caos, Itzel, calmada y con un temple de serenidad (que yo no podía entender) nos dijo a grandes rasgos que todo se solucionaría y que estuviéramos calmados jajajaja y sí -efectivamente- salió y salió excelente.
Ese, es el inicio de esta historia.
Muchos meses (no digo años porque se burlan) siendo 2021 y en el marco de nuestra expansión comercial a San Miguel de Allende, Itzel&Rubén fue la pareja que ignauró oficialmente este destino y mientras platicábamos de anécdotas viajeras y temas de la vida cotidiana, pude conocer a una pareja en la que verdaderamente existe un equipo de colaboración, impulso, pero sobre todo, de sueños. Al día de hoy ellos ya han decidido dar un paso más en su vida y comenzar una nueva etapa: su matrimonio. Estoy seguro que harán un gran equipo de vida y que estarán juntos en las buenas, en las malas y en los asientos de avión.
Te comparto algunas fotos de su sesión Save The Date en San Miguel de Allende